En los días de descanso, tan necesarios cuando se escala, siempre buscamos algo diferente que hacer: explorar un nuevo sector, visitar algún rincón especial o… ¡aventurarnos en alguna cueva escondida!
En esta ocasión, estábamos en el popular sector de escalada de Low Mountain. Además de contar con fantásticas vías deportivas, algunas rutas largas y hasta una vía ferrata muy recomendable, descubrimos también una pequeña cueva que nos llamó la atención desde el primer día.
Hoy decidimos dedicarle un rato al final de la jornada, y fue todo un acierto. A pesar de que ya caía la tarde y teníamos poca luz, en un par de horas logramos llegar, explorarla y atravesar la montaña desde dentro. Un plan improvisado, corto pero intenso, que le dio al día un cierre perfecto.
Aquí os dejamos un pequeño vídeo de la experiencia.
¡Hasta la próxima, aventureros!
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